Sin la BBC, pero con Sergio Ramos
¡Otra vez lo hizo! El partido se le escapaba al Madrid cuando en la ‘zona Cesarini’, que algún día habrá que rebautizar, Sergio Ramos ganó por alto y cabeceó a gol un córner perfectamente sacado por Kroos. La televisión repitió luego la jugada siguiendo el rostro del jugador: concentrado, decidido, consciente, sin la desesperación que a otros embargaba en esos momentos del partido, pero con una fe fanática en el objetivo. El partido en el que faltó la BBC al completo se le había complicado al Madrid por el buen hacer del Depor, pero vino a resolverlo el de siempre. Es como si el Madrid jugara con un comodín en la baraja.
Zidane reservó muchos titulares, con vistas al Mundialito, pero los que salieron eran todos figuras, porque en el Madrid todos lo son. Todos eran internacionales vigentes. Pero en el primer tiempo la cosa no funcionó. Isco, James y Asensio son, por vocación, mediapuntas, jugadores que la piden al pie. El juego se hacía lento y espeso, con Morata encerrado en el área y los laterales sin subir. El Depor, muy firme atrás, con sus dos líneas juntas y contraatacando. Eso le dio para sacarle una buena parada a Keylor y un remate al poste. Dos sustos. En la otra portería, el Madrid llegó poco y con dificultad. Un par de barulletes y nada más.
La segunda parte empezó con un golazo de Morata, que pareció despejar el camino al Madrid. Pero se le complicó cuando, por no ceder al portero, algo que en la primera parte le había costado dos broncas a Danilo, Casemiro se atarugó y facilitó un gol de Joselu. La reacción fue ir todos al ataque y se produjo un retorno de dos contra dos y nuevo gol de Joselu. Salió Lucas Vázquez y luego Mariano, todo fe y entusiasmo. Suyo fue el empate, más de hombro de cabeza. Pero eso era poco. El Bernabéu puso la centrifugadora y en el descuento apareció el de siempre. La parroquia se fue más feliz que nunca, porque estas son sus emociones favoritas.