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Brasil-Argentina, en la espalda de Messi

La Cuatro ha tenido la feliz idea de ofrecernos esta madrugada el Brasil-Argentina, de clasificación para el Mundial. Con tantas teles como hay y tantos partidos como se ofrecen, que siempre son bienvenidos, se había traspapelado la fase de clasificación para el Mundial de Sudamérica, un espacio clásico de fútbol grande. Juegan diez, se clasifican cuatro y el quinto va a una repesca. Y he aquí que Argentina está sexta, después de diez jornadas, o lo que es lo mismo, en mitad del río, donde más te puede la corriente. Y esta noche (noche tardía, aunque no nos obligará a tanto como el Trump-Clinton) juega en Brasil. Será a las 00.45.

Brasil, a su vez, va líder. Y a nadie le tiene tantas ganas como a Argentina. Brasil es la única Selección que ha jugado todos los Mundiales. Argentina no falla desde el de 1970, precisamente el de la glorificación de Brasil. Antes había faltado a dos, voluntariamente, los del 50 y el 54, precisamente por un ataque de cuernos debido a que el del 50, tras la Guerra, se le dio a Brasil. Puro despecho. La historia futbolística entre Brasil y Argentina es la de una larguísima rivalidad, con más de un episodio turbulento. Entre el 47 y el 56 no jugaron, rota toda relación tras un partido que duró cuatro horas y media según algunas fuentes, siete según otras.

Más recientes son la agresión de Maradona a Batista (España-82) o la intoxicación a Branco (Italia-90). Ahora se cruzan en Belo Horizonte, con Brasil cómoda con su primer puesto y sus 21 puntos, y Argentina en posición delicada, sexta con 16, perjudicada de rebote por la sanción a Bolivia. Lo de esta noche es una dura prueba para Messi, aún mirado con alguna desconfianza en su país natal, que no consigue quererle tanto como se le quiere en el Barça. Enfrente va a tener a Brasil y a Neymar, y más allá la sombra de Cristiano, el que lucha por arrebatarle el Balón de Oro. Este es un partido más que carga sobre la espalda de Messi.