Un fichaje encarador y encarecedor
Esta vez parece que el Real Madrid sí ha cogido bien la presa o, al menos, la delantera por su fichaje. Gabriel Jesús, como Neymar en su día, es un proyecto de jugador de altísimo nivel, diría superlativo. Dependerá de que encuentre por el camino un entrenador que trabaje su toma de decisiones para hacerlo madurar: dónde jugar fácil, dónde ser decisivo o dónde arriesgar. Como dicen los que más saben, lo difícil que es el talento natural, el desborde, el disparo con ambas piernas, saber correr al espacio y encontrar el último pase, lo tiene. No hay más que ver cualquier vídeo suyo en Youtube para vislumbrar ese potencial.
Lo que ocurre es que, al igual que Neymar, la madeja de sociedades que manejan sus derechos no es fácil de desenmarañar. Aunar todo ese conjunto de voluntades no es nada sencillo y encarece las operaciones hasta límites insospechados. Además de que, desde el punto de vista jurídico, visto lo visto, no se puede dejar ni un solo cabo suelto. Es el alto precio de apostar por la próxima perla brasileña, con todo su porvenir y con todo ese potencial futbolístico y comercial que emana de Brasil. El Real Madrid quiere recuperar ese terreno que perdió en la permanente búsqueda por el próximo ‘O Rei’ del fútbol...