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Simeone fue valiente; Luis Enrique, no

Ayer lo aventuraba yo aquí como algo verosímil; que el Barça perdiera en Anoeta y que Atlético y Madrid ganaran sus partidos. Bueno, pues pasó, y de repente tenemos Liga de nuevo. Desde luego que el Barça es favorito todavía. Está tres puntos por delante del Atlético y cuatro del Madrid, y con el ‘goal average’ favorable en ambos casos. Pero se le ha esfumado la comodidad, da muestras de fatiga en sus ‘cracks’ y se ha comprobado una vez más que sus suplentes quedan demasiado lejos de los titulares. Luis Enrique sacó una alineación pensando en el miércoles, la tuvo que rectificar y no le llegó.

Lo peor fue que salió con su media desmantelada, y con Sergi Roberto de lateral izquierdo, el puesto que menos le va. Eso le dio medio partido de ventaja a la Real. Luego, Luis Enrique corrigió, pero ya la Real estaba firme, convencida, y se mantuvo bien. Hubo algún rato bueno del Barça que sirvió para comprobar la categoría de Rulli. Pero no arrolló. Tampoco Messi está en sus mejores días. Con los puntos, el Barça se dejó la calma y se notó. Terminó con protestas al árbitro que le costaron la tarjeta a Piqué, que se puso pesadísimo. De repente, el Barça lo tiene todo complicado. Así es el fútbol.

Porque el Madrid y el Atlético ganaron. El Madrid, con ocho reservas (abundancia de canteranos, que se agradece), despachó al Éibar en veinte minutos. El Atlético se presentó en Cornellá sin precauciones. Simeone no concede cuartel ni a los suyos. Ya tendrán hasta el miércoles para descansar, vino a decir. El Atlético jugó un partido bravo, en el que dio la vuelta al gol inicial de los blanquiazules gracias al buen trabajo general, pero sobre todo al excelente estado de forma de Torres y Koke. Ahora está a un 1-0 de echar al Barça de la Champions y con renovadas posibilidades en la Liga. Por valiente.