Vacación de Neymar y aviso de Piqué

Después del Madrid, el Atlético. Piqué, que se habrá rascado la cabeza más de una vez estos dos días, dijo ayer que este partido es más difícil que el del Madrid. Sigue pensando, se ve, en el del sábado, que sin duda el Barça no afrontó de la forma adecuada. Alguien me recordó ayer que Neymar pasó unos días de más al otro lado del Atlántico, sin otro provecho que el de su ocio. Se ganó una tarjeta en el primer partido, se quedó allá, sin posibilidad de jugar ni el compromiso de hacer vida de futbolista. Volvió cuando le plugo y como le vimos: incapaz de hacer una jugada de provecho en noventa minutos.

Las malas enseñanzas del ‘Madrid Galáctico’ no son trasladables. Cada cual tiene derecho a tropezar en su propia piedra. Eso sí, el Barça está ahora advertido y por si acaso Simeone manda su mensaje: quiere ganar el partido. Se siente capaz, ya eliminó al Barça de la Champions hace dos temporadas y viendo el derrumbe culé en el último cuarto de hora del Clásico tiene sentido que encuentre a los suyos capaces de ganar hoy. No se va a encontrar al tridente con ‘jet lag’, pero a cambio va a afrontar a un equipo que acaba de perder después de 39 jornadas sin hacerlo, Un equipo que acaba de despertar mal.

El sábado comprobamos que el Barça es, sobre todo, un trío atacante fenomenal. Si tal trío no comparece, como fue el caso, no hay ni dónde mirar, no siendo a Piqué, cuya fe y furia le hacen digno de aquella lejana Selección de Amberes. ¿Estará hoy bien el tridente? Se supone. Habrán recuperado el horario, habrán dormido y habrán recordado que la camiseta no gana partidos. Tanto mejor para Luis Enrique, que sobre ellos tres manda lo justo, como se ha visto en este ‘caso Neymar’, tan disimulado por el club. El Atlético no gasta bromas. Ha visto lo que ha visto y va a por todas.