Bale, Benzema, Cristiano... y Keylor
Otra goleada en el Bernabéu. Esta vez la víctima fue un Sevilla mermadísimo, que empezó bien pero se esfumó en cuanto llegó el primer gol, una perla entre Bale y Benzema. Se desactivó extrañamente. Un equipo clásico de garra se entregó al sacrificio, con una defensa además despistadísima. Su gran portero, Sergio Rico, mantuvo él solito vivo al equipo durante muchos minutos. Tantos, que el Sevilla incluso tuvo dos ocasiones de empatar. En la primera, Keylor le detuvo el penalti a Gameiro; en la segunda, el propio Gameiro marcó, pero el linier agitó la bandera equivocadamente y se lo anularon.
Con poco enemigo enfrente, la noche dio para disfrutar del excelente estado de forma de Bale y Benzema, para aplaudir a Casemiro, en torno al cual las cosas encajan mejor, y para ovacionar a Keylor Navas, bastante exigido al final, cuando el Madrid ya se despistaba. Todo junto da para pensar que con tres tan grandes delanteros que tiene (Cristiano no está en su mejor tono, pero sigue siendo él) y ese porterazo, el Madrid aún puede decir algo en la Champions. Claro, que tendrán que trabajar hacia atrás los tres de arriba, cosa que hasta ahora no hacen. Les merecería la pena ante lo poco que falta.
Un partido muy mal arbitrado, como el de El Madrigal, donde la afición llegó indignada al descanso. Menos mal que el Villarreal consiguió empatar el partido, porque si no se podría haber armado la gorda. Ahora que nuestros partidos se ven en todas partes, como bien presume Tebas, da más vergüenza que nunca el nivel de ciertos arbitrajes. No todos, pero sí unos cuantos. El vicio es viejo: no llegan los mejores, sino los que saben medrar en sus respectivas organizaciones territoriales. Un poco, perdón por el mal ejemplo, como pasa con los políticos en sus partidos. Y claro...