La Youth League, Infantino y Salman

Las porterías de la ciudad deportiva del Chelsea tienen junto a la base de los palos una hipotenusa intrigante e innecesaria, que Dios sabe a quién se le ocurrió poner ahí. Gil, juvenil valencianista, lanzó un penalti impecable, fuerte, raso y junto al palo, pero el balón rebotó en la maldita hipotenusa y el árbitro, en función de cateto mayor, pensó que había rebotado en el palo. El rebote hizo salir al balón en suave arco, lo que delataba que no era un tiro en el palo, sino que había hipotenusa encerrada, pero el cateto mayor no lo vio así. Eso le costó al Valencia salir eliminado de la Youth League, salvo éxito en el recurso.


El alcance que la jugada tuvo en toda España y hasta fuera de ella, explica la dimensión que ha alcanzado la Youth League, uno de los buenos últimos inventos del fútbol. Ayer estuve en el Alfredo Di Stéfano, viendo al Madrid despachar al Manchester City. Partido a parking y grada llenos, a diez euros la entrada. Partido bueno, con cuajo. Y, dicho sea de paso, un excelente Borja Mayoral, que tiene pinta de grande. Y, dicho también de paso, dos excelentes laterales derechos, uno de los cuales, Achraf, marcó un golazo y el otro, Dani, tuvo que jugar en la izquierda. Eso hace aún más raro el fichaje de Danilo.


Traigo lo de la Youth League aquí para exponer lo mucho que gusta cómo funciona el fútbol y lo mal que me sabe lo mucho que han robado los que organizaban esto. Una pena, porque ese saqueo pone en solfa todo, y lo cierto es que todo funciona bien menos tanta mano larga. Maroto ha entrevistado estos días a Infantino y a Salman, destacados aspirantes a la FIFA. Infantino ofrece reformas, pero le parece bien que Platini siga cobrando en la UEFA. Salman habla de separar el fútbol del dinero. Suena mejor, si eso fuera posible. La única reforma necesaria es que se deje de robar. Lo demás está muy bien.