Zidane, Francescoli y el espejo de Isco en el que ambos se ven reflejados
Zizou, ídolo. Cuando Zidane marcó el gol de la Novena James tenía once años, Isco diez y Bale, por ejemplo, 13. Incluso Cristiano, que ahora tiene 30, era entonces aún un adolescente de voz cambiante que con 16 años entraba a hurtadillas, por las noches, en el gimnasio de la academia del Sporting de Portugal soñando con ser un profesional y de estar algún día a la altura de aquel mito llamado Zizou al que veía por televisión... No puede haber algo más efectivo para un jefe que tener autoridad moral sobre sus pupilos. Si Zidane dice que hay que correr para atrás, habrá que hacerlo.
El Príncipe. Zizou también tuvo un ídolo. Era uruguayo y se llamaba Francescoli, aunque le apodaban El Príncipe por la clase que tenía. Se enamoró Zizou de su juego viéndolo en el Velodrome, estadio del Olympique de Marsella, el equipo de su ciudad natal. Luego fueron grandes amigos e incluso compartieron algún proyecto profesional. Cuando a Francescoli se le pregunta (el que escribe tuvo la oportunidad de hacerlo hace ya casi diez años) qué es lo que más le impresionó del Zidane jugador, respondía rápido y sin pestañear: “Lo que le hace diferente al resto es su capacidad y técnica para controlar el balón. Eso le coloca en una posición predominante sobre el resto en el campo. Su control orientado le pone un paso por delante y es el inicio de la siguiente jugada”.
Tercer eslabón. Francescoli se veía reflejado en el Zidane que controlaba el balón... Ahora hay algo en el juego de Isco que a Zizou le recuerda al fútbol que salió de sus propias botas. Por eso, y aunque costara 50 millones menos, le ha puesto por delante de James. Comiencen a fijarse en los controles de balón del malagueño, capaz de pinchar una pelota caída del cielo con la punta de la bota aún estando de espaldas, o capaz de hacer una genialidad como el doble sombrero (y asistencia a Benzema) ante el Sporting... Isco, otro genio.
Bettoni. La RFEF ha recomendado al Madrid que ponga a un segundo entrenador aunque Bettoni siga haciendo las veces en Valdebebas (que hasta ahí haría la vista gorda). Sólo para evitar problemas. Chendi (perdón, Chendo) tiene el título que le habilita para ser segundo pero ficha de delegado. Si a Zidane le expulsaran o le diera una repentina ciática, Chendo podría hacer los cambios como delegado, sí, pero ni él ni ningún otro podría dar instrucciones porque no habría segundo técnico, el único con potestad para darlas aparte del primer entrenador... Aun así tan seguro está Zizou de sí mismo que ha renunciado a esa posibilidad. Y todo a pesar de la insistencia de Florentino en los últimos días... Ante tal hecho, ¡que nadie corte el estado de felicidad del equipo! Ahora es Zidane quien manda.