Florentino, Gento y el Mundial del Barça

A falta de director deportivo, Florentino se ha puesto un parapeto de urgencia, nombrando Presidente de Honor a Paco Gento. Buena decisión, que viene a reconocer el singular mérito de un hombre bueno, excelente futbolista de los tiempos heroicos, ganador seis veces de la Copa de Europa, récord que aún conserva en solitario, casi 50 años después de la última que ganó. La posibilidad flotaba en el aire desde la muerte de Di Stéfano, hace ya año y medio, pero sólo se ha concretado ahora, cuando el club vive bajo una nube negra y se escuchan ya crecientes gritos de “¡Florentino dimisión!”.

Es una maniobra defensiva, desde luego, pero también es una decisión justa, aunque sea retardada. Me imagino que Manolo Redondo, que todas sus cosas las hace bien, preparará para esta tarde un bonito acto en los prolegómenos del partido, con una bella selección de sus jugadas en el videomarcador y el recuerdo de sus tres homenajes. El último de ellos, ya en tiempos de Calderón, fue el Trofeo Bernabéu, ante el Partizán, justo el equipo frente al que ganó la Sexta. Los prolegómenos del partido del Rayo pueden ser así menos agrios de lo que cabría temer, después de la última derrota, ante el Villarreal.

Todo eso, al poco de que el Barça se proclamara campeón del Mundo de Clubes, un año después de que lo fuera el Madrid de Ancelotti, que agregó al título un bolo en Dubai en el que mató su racha y malgastó unas fechas de descanso necesario. Como era de esperar, el Barça ganó sin despeinarse. Salió con su tridente. Messi no se lo quiso perder. Al fin y al cabo, Ríver le negó en su día el tratamiento que sí le ofreció el Barça. La historia  a veces se escribe con pequeños detalles. En fin: otro título del Barça, que durante el ‘florentinato’ ha remontado su retraso histórico. Gento, sí, pero hacen falta más cosas.