Cristiano y Bale, dos gallos en un corral

Veamos el asunto con perspectiva: Cristiano Ronaldo ha ganado tres Balones de Oro y cuatro Botas de Oro, en una casi simetría excelsa con Messi, que a su vez ha ganado cuatro Balones de Oro y tres Botas de Oro. Lo de ambos casos es para descubrirse. En esa actitud está Neymar, estrella de Brasil, eterno rival futbolístico de Argentina, que nunca ha tenido reparos en admitir que Messi es el mejor del Barça. Pero, por fas o por nefas, en el Madrid no pasa igual. El agente de Bale, evidentemente un tipo tan osado como consentido, glosa a Cristiano como modelo de ropa interior, más que como futbolista.

Cristiano Ronaldo brilla en calzoncillos, con reloj en la muñeca o como se quiera, pero ante todo brilla como futbolista. No ha llegado al fútbol por ser un bello prescriptor publicitario, sino al revés: ha hecho una brillante carrera en el fútbol que le está rentando unos dividendos añadidos, vía contratos publicitarios. Cada anuncio de Cristiano está avalado por unos méritos futbolísticos cuya acumulación resulta extraordinaria, tanto que sólo admiten comparación con los de Messi. Hay que insistir en ello: tres Balones de Oro, cuatro Botas de Oro. Cristiano no es alguien por anunciar calzoncillos, sino por su fútbol.

Bale, estupendo jugador e ídolo de Gales, tiene un agente llamado Jonathan Barnett que aspira a equipararlos. Convendría sentarle ante una ‘cup of coffee’ y preguntarle seriamente: ¿usted cree que su representado está en condiciones de ganar tres Balones de Oro y cuatro Botas de Oro de aquí al fin de su carrera? Ítem más: en el mejor de los casos, ¿podría hacerlo mano a mano ante alguien como Messi? O el agente de Bale es un torpe profundo o bien es que desde el Madrid se alimenta ese extravío. De momento, Bale no para el caballo y Benítez dice que verdes las han segado y que a él, que le registren.