Benítez redescubre el Madrid

El entrenador del Real Madrid ha dado marcha atrás y ya reconoce abiertamente a Cristiano Ronaldo como el mejor del mundo. Sólo él sabe si lo piensa realmente, pero rectificar es de sabios y demuestra que, poco a poco, Benítez empieza a entender que el nuevo Madrid que le va a tocar dirigir no tiene nada que ver con aquel que conoció. Hubiese sido bueno que alguien se lo hubiese explicado antes para evitar deslices evitables. Una cosa es conocer la casa, aferrándose a ese pasado glorioso y a ese legado que el Madrid siempre confiere, y otra la realidad palmaria de un club extremadamente presidencialista, de jugadores que no admiten matices y que, en el caso de Cristiano, se han ganado en el campo un estatus incuestionable.

Seguro que en el afán del técnico estuvo no hacer de más y de menos a nadie, no marcar diferencias entre sus jugadores, pero en este Madrid no valen medias tintas. Más allá de las palabras, Cristiano, que es el realmente importante, va a valorar los hechos. Su rendimiento será altísimo igual, pero, si más allá del respeto ve cariño, Cristiano contagiará su felicidad y el Madrid eso lo necesita como el comer.