Una tarde de remontada sin remontada

Se acabó, o así se puede decir. El Barça está a una sola victoria del título, con dos partidos por delante: en el Manzanares y en casa el último día, con el Depor.  El empate del Valencia en el Bernabéu truncó la ‘Operación 30 Puntos’ con la que el Madrid pretendía mantener viva la Liga hasta el final. Pero al menos puede presumir de que murió de pie. No mereció este resultado, y eso que el Valencia confirmó su nivel de gran equipo. Pero si al descanso se llegó con 0-2 fue porque el Madrid dio tres  palos en la primera parte y Cristiano, el colmo, falló un penalti. Luego hizo un esfuerzo tremendo, pero no valió.

Fue un partido soberbio. Como siempre que el Madrid juega con su 4-3-3, mostró problemas para dificultar el juego del rival. De ahí los dos goles, que además sirvieron para desatar pitidos contra Casillas, que poca culpa tuvo. La relación entre él y el Bernabéu parece definitivamente avinagrada. Pero si el Madrid concedió por ese lado, en el otro área llegó, provocó varias paradas de Alves, los mencionados tres tiros al palo y, al borde del descanso, Cristiano falló un penalti. Cristiano tiene porcentaje de buen tirador, pero el de Alves parando es completamente extraordinario: 16 de 37, 43 %.

La segunda parte fue tremenda y le faltó un gol para ser histórica. El Madrid salió como un vendaval que asustó al Valencia. Luego cayó en fatiga y la atmósfera de remontada se diluyó. Pero llegó el gol de Isco y el final volvió a ser tremendo, heroico, descubriéndose ante contraataques y sacando nuevas paradas a Alves, Chicharito se acreditó como héroe para horas difíciles. El partido murió con el balón rebotando entre las manos de Alves, el poste y el larguero mientras Clos pitaba falta de Pepe. El Bernabéu agradeció el esfuerzo con una ovación final que Casillas no escuchó. Se fue al vestuario antes que el resto.