Un buen balance del balonmano

Cuarto puesto para la Selección de balonmano. Una pena. Pero no deja de tener mérito haber luchado por las medallas en los tres últimos campeonatos en los que ha participado: Mundial 2013 (oro), Europeo 2014 (bronce) y Mundial 2015 (cuarto). Ni siquiera Francia puede presumir de ello, pues en el Mundial 2013 quedó eliminada en cuartos de final. Ni Francia, ni ninguna otra selección del mundo. Si a esto se une que la Selección femenina es la vigente subcampeona de Europa, el balonmano puede estar orgulloso de sus Selecciones. Han llegado más lejos que el baloncesto o el waterpolo, a quienes les fallaron los chicos. Y esto lo consigue en los años de mayor crisis que ha conocido el balonmano en nuestro país.

El Ciudad Real, luego Atlético de Madrid, desapareció; del San Antonio, Ademar o Valladolid sólo quedan restos. En la competición femenina, aún peor. Los mejores tuvieron que emigrar. Tanto hombres como mujeres. Cuando se juntan en la Selección tienen hambre de jugar juntos, de compartir experiencias, de hablar el mismo idioma. Eso les hace más fuertes, y se nota en los resultados. Otra cosa es lo que vendrá después. Sin medios y con menos clubes, no habrá cantera. Con un buen presente, se avecina un futuro incierto. Una pena. En este Mundial nuestros jugadores acabaron reventados. De los cuatro semifinalistas, el nuestro era el de mayor edad media. Rondando la treintena. No se les pudo pedir más.