En vísperas del inicio de esta Copa de África de 2015 se nos ha ido a la otra vida, Makoli, uno de los mejores futbolistas que ha dado Guinea Ecuatorial. Augusto Ladipo, que así se llamaba en vida, fue un adelantado de su tiempo ya que dominaba tanto el juego ofensivo como el defensivo. Atleta por naturaleza, fue capaz de jugar de lateral carrilero, centrocampista e incluso portar el 9 de delantero centro cuando su equipo, el Sony (San Fernando, y más adelante Ela Nguema) precisaba de un goleador. Es más, llego a ejercer también de guardameta. En cualquier puesto que necesitaba ser cubierto aparecía Makoli si era necesario. Un futbolista que deslumbró en las décadas de los 60 y 70 por su polivalencia, su entrega y su manera de entender este deporte.

Carismático, elegante, y muy atractivo, era adorado por legiones de muchachas que, domingo tras domingo, acudían a las viejas gradas del estadio La Paz para manifestar su adoración por un ídolo que hasta inspiró una famosa canción que, todavía, cantan los seguidores del bonko cuando se juntan para llevar a cabo sus ceremonias de cantos y bailes por las calles de Malabo. Descanse en paz, Augusto Ladipo, al que todos conocimos como Makoli.