Ancelotti está abusando de los titulares
Ancelotti ya tiene su décimosexta victoria consecutiva, lo que le coloca por encima de Muñoz y Mourinho. Pero hay que decir de inmediato que llegó sin brillo y dejó dudas. El Málaga, con algunas bajas importantes (particularmente Camacho, el que lleva la manija) no le perdió nunca la cara al partido. El Madrid dio síntomas de fatiga, sobre todo en su línea media, y la renuencia de Ancelotti para tirar de Illarramendi deja la sensación de que no le tiene fe. Entre eso y que Khedira está en la nube, la baja de Modric, importante de por sí, toma un peso excesivo. El Madrid ganó, pero no mandó en el partido.
Un partido muy mal arbitrado, por otra parte. La cosa empezó con el linier del ataque madridista comiéndose dos fueras de juego claros y siguió con la ceguera del árbitro en los agarrones en las áreas. Benzema adelantó al Madrid tras zarandear estrepitosamente a Weligton. A cambio, el Madrid puede quejarse de que en el primer tiempo Cristiano y Sergio Ramos fueron sujetados en situaciones claras de cabezazo en sendos córners. El Málaga podrá contraponer un agarrón de Sergio Ramos a Santa Cruz en el otro área. Aparte de eso, más errores y la expulsión de Isco en segunda tarjeta que no era.
Isco se retiró aclamado. Visitante, expulsado y aclamado. De esto no habíamos tenido, pero es que es malagueño y su ciudad siente orgullo por su condición de ídolo nacional. Y de paso era una forma original de decirle al árbitro que había sido un desastre. El Málaga perdió su primer partido en casa en esta Liga, pero le pueden servir de consuelo su buena imagen y el apretado marcador, con ese cabezazo final de Santa Cruz. El Madrid se lleva los puntos, pero cierta preocupación. Están jugando casi todo los mismos y eso empieza a notarse. Alguno ya me recordó ayer los chascos del año de Queiroz.