La morriña de Leo Messi

Días mejores. Que Messi piense en un futuro fuera del Barcelona me parece lo natural. No hay que llevarse las manos a la cabeza. El Barça y Leo se han dado todo recíprocamente en una simbiosis gloriosa para el fútbol, pero el rostro del argentino deja entrever que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es normal que Messi tenga morriña de aquellos días: la infinita ilusión de los primeros años, la espontaneidad de las relaciones en el vestuario, la cercana naturalidad con el entrenador (Guardiola), la sencillez del juego, la juvenil inconsciencia del que no sabe que está haciendo historia … Fueron años maravillosos que no volverán. Ahora el ecosistema ha cambiado y Messi tiene más presión, más responsabilidad, más vigilancia, más crítica, más exigencia, más estrés... Algunos dirán ¡y más pasta! Seguro, pero hay cosas que no se compran con dinero.

Herr Xabi Alonso. ¡Cómo pasa el tiempo! Hace un año Xabi Alonso dudaba si quedarse en el Real Madrid y muchos se deshacían en lágrimas por la pérdida que supondría para el equipo blanco. Llegó luego la renovación y las fanfarrias: era el timón, la guía, el gentleman del juego y de la clase, modelo y encima culto (aunque esto último no era bien visto por un sector del chonismo futbolero, que los prefiere a todos burritos iletrados… ¡Xabi Alonso lee libros! ¿Qué se habrá creído?). El caso es que ahora Xabi es un traidor, rencoroso, mercenario y mala persona por haber dicho en una entrevista que su compañero Neuer es el mejor portero que ha visto y que se merece el balón de oro. ¡Cómo se atreve! ¡A la hoguera! Ni antes tan bueno, ni ahora tan malo. Hace apenas un mes, cuando Casillas estaba en un momento bajísimo de confianza y se le pitaba en el Bernabéu, el traidor declaró en Alemania: “Iker es un profesional y lleva años viviendo con las críticas. No es nada nuevo para él y seguirá siendo un futbolista importante para el Madrid y también para la Selección” Lo diría por compromiso, claro…

Simulacro ante Alemania. Después de la esperanzadora primera parte de España ante Bielorrusia en la que parecimos encontrar el camino, que nos hace mucha falta urgentemente dar con un nuevo equipo base, nos topamos con una birria de amistoso ante los campeones del mundo. Un partido de fogueo, impropio de dos selecciones de ese nivel, que encima nos volvió a enfriar el ánimo de la transición de Del Bosque. La Roja se ha desangrado este año y el que viene temo que sigamos convalecientes.

Ciao Ferrari. La sonrisa con la que Fernando Alonso anunciaba su salida de Ferrari demostraba la liberación que sentía. Buenas palabras pero ni pizca de nostalgia. Ferrari ha pasado en cinco años del mito al pitorreo. Ya veremos cómo va el nuevo coche de Fernando, pero algo seguro ha recuperado ya, la ilusión.