Ancelotti tiene deberes
El entrenador italiano no tuvo su mejor día en el banquillo del Calderón. No supo transmitir a su equipo la intensidad necesaria para enfrentarse a una roca como este Atlético y estuvo desafortunado y comodón en los cambios. Con Di María fuera, Carletto necesita encontrar una fórmula para que su centro del campo no se rompa a la primera de cambio. Como la calidad de los futbolistas que tiene en la plantilla viene de serie, Ancelotti debe esforzarse en convencer a sus jugadores de que sin balón hay que sacrificarse más. No vale sólo pedirle un esfuerzo defensivo a James, al que cambió en el minuto 65’ siendo el mejor en la segunda parte. Ancelotti tiene que ser capaz de convencer a los jugadores con más galones en ese vestuario de que las carreras de ida y vuelta que se pegaba el Fideo hay que repartirlas entre todos los componentes de la plantilla.
Con el plantel que tienen el Real Madrid va a ganar el 90% de los partidos por inercia, pero para el 10% restante necesita ese plus de solidaridad y esfuerzo que anoche faltó en la ribera del Manzanares. Es evidente que la Décima supone un colchón institucional grande y que este grupo y este entrenador se han ganado el derecho a fallar, pero la exigencia del Madrid es máxima y conviene no despistarse demasiado. Y tengo la sensación de que Ancelotti, en los dos partidos ante el Atlético, ha empezado la temporada despistado...