Otro necesitaría portería
Como Iker Casillas rompe todos los moldes, sería capaz de hacer milagros en la final de la Champions aunque no jugase ni un solo minuto en las próximas tres semanas. Su comportamiento durante esta temporada, tanto dentro como fuera del campo, hablan del gran compromiso del guardameta del Real Madrid. Masculló para sus adentros su suplencia liguera, cuando recibió el golpe en forma de banquillo. Eso, para un mito viviente como él, no es nada sencillo. Asumido un papel impropio de su trayectoria, defendió públicamente a Diego cuando se quiso cuestionar alguna de sus actuaciones. Por no hablar de cuando le ha tocado jugar. Entonces, ha hecho algo tan difícil como seguir siendo Casillas, para el que esto escribe el mejor portero del mundo, con sus paradones decisivos y su enorme jerarquía bajo los palos.
A la espera de que dirima ese simbólico cetro en Lisboa en la final de la Champions ante Courtois, serio aspirante a sucederle en el trono, lo lógico sería que Ancelotti siguiese el viejo axioma de que el portero necesita portería y le diese, al menos, dos de los cuatro partidos que le quedan al Madrid en la Liga. Lo más normal es que fuesen los dos últimos, para llegar a la cita más importante del Madrid en los últimos doce años en plena actividad. Nadie se lo podría tomar como una afrenta a Diego López, sino como la mejor preparación posible para el día D en Lisboa. Entre las muchas decisiones buenas que ha tomado Ancelotti esta temporada, la naturalidad en la resolución de conflictos ha sido determinante para que el Madrid esté donde está.