El Barça ha empezado a decir adiós
El Barça llegó a Granada con el palo del Calderón sin digerir y se le notó. Tardó en entrar en el partido. En realidad lo hizo cuando quedaba media hora y veía que la Liga se escapaba. Para entonces ya perdía 1-0, gol de Brahimi a gran pase de Piti. Y podría haber sido peor a no ser por la indulgencia del árbitro en una entrada en el área de Mascherano, que va con bula. Al final, sí, el esfuerzo fue tremendo, merecedor de premio, con un ataque de cuatro, Alexis-Messi-Neymar-Pedro, insistencia, remate abundante. Pero no entró. El griego Karnezis estuvo enorme, el sacrificio defensivo del Granada fue ejemplar.
Hacía 42 años que el Granada no ganaba al Barça. Entonces fue con dos goles de Porta, en la mágica temporada en la que acabó como ‘pichichi’. Lo de anoche se comentará durante mucho tiempo en Granada, que se acostó feliz. Para el Barça viene a ser un golpe casi definitivo en la Liga, tal y como van el Madrid y el Atlético. Martino, cada día más malhumorado, protestó demasiado al árbitro. Un signo más de desquiciamiento en un Barça que sufre por lo mal resuelta que está la plantilla en la parte de atrás (¡ay, Zubizarreta!) y porque Messi se toma unas licencias exageradas.
Luego, para el Madrid todo fue coser y cantar frente al Almería, como no podía ser menos. A pesar del excelente Esteban, un veterano en espléndida forma (el abuelo de la Liga es) el Madrid marcó cuatro. Y sin desgaste. Ahora, a esperar lo que haga el Atlético en Getafe (se acostó líder a pesar de la victoria madridista) y a descansar para la final del miércoles. La caída del Barça le da una nueva perspectiva a este partido. El miércoles se le fue un título en el Calderón, ayer quizá otro en Granada. Encara el partido del miércoles en un estado de extrema necesidad. Para el Madrid, por contra, todo es aún posible.