Estaban de parranda

“No se les puede llamar sinvergüenzas porque nos han dado mucho durante todos estos años, pero ya les vale. Con la mitad de actitud en San Sebastián y Valladolid, seguiríamos líderes en la clasificación”. Una de las muchas conversaciones de la grada del Camp Nou al descanso desnudaba la voluntad de los futbolistas en los partidos del campeonato doméstico y que les han condenado a abandonar la posición natural del liderato para tener que jugársela en diez días en el Bernabéu.

El Barça cumplió el guión de la temporada. Un primer acto soleado y una segunda parte con nubarrones hasta que apareció Messi… y Lescott. En el cuerpo técnico del Barcelona rezaron para que jugase el internacional inglés. Confiaban en uno de sus errores para que alguno de los azulgrana lo aprovechase. Y fue Messi el que culminó con una picadita marca de la casa. Xavi estuvo con espacios y disfrutó, mientras que Iniesta volvió a demostrar cómo bailar ballet con una pelota delante y unas botas de diseño acopladas a sus pies; Piqué tenía ganas de jugar y Mascherano se acopló de lujo al partido.

El City tomó buena nota. La temporada pasada estuvo cerca de tomar el Bernabéu y ayer, el Camp Nou. Pero no pudo ser. El Barça está en cuartos. Lo mereció sin duda, tanto en la ida como en la vuelta. Las sensaciones fueron mucho mejores hasta el punto de que seguidores de La Roja con escudo madridista respiraron al ver que los culés físicamente no están mal, aunque muchas veces, su desidia, haga parecer lo contrario. Ayer lo demostraron: no estaban muertos como dijo Mascherano en la previa, estaban de parranda.