Un futuro bañado en oro

Laura Gil fue el Premio AS Promesa en 2012 y, un año después, la Coleccionista de Medallas ha cerrado su exitoso círculo son su primer oro absoluto. Con ella, con Queralt Casas, Alba Torrens, Marta Xargay... el baloncesto femenino ha ido creciendo a pasos agigantados hasta conseguir en 2013 el pleno de oros europeos. Recuerdo una conversación que tuve con Betty Cebrián en la preparación de los Juegos de Atenas en 2004: “Las cadetes vienen pisando fuerte”, me dijo. Se refería a la generación del 89; a Torrens, Laura Nicholls, Tamara Abalde... que, cuatro años después y siendo casi unas adolescentes, se estrenarían en una cita olímpica. Lo que no se imaginaba Betty es que esa frase puede repetirse verano tras verano, porque el talento en el baloncesto femenino no llega con cuentagotas, sino a raudales.

Lo más positivo es que este verano no parece que vaya a ser algo aislado. Seguir haciendo historia y engordando el palmarés del baloncesto femenino, que ha sumado 33 medallas en lo que llevamos de siglo, está ahora en las manos de Astou Ndour, Leti Romero, Ari Pujol, Ángela Salvadores, Iris Junio... Ellas son el futuro y el futuro sigue apuntando al oro.