Del comandante Cristiano a Blatter

Puskas era comandante, aunque aquí solíamos llamarle coronel en mala traducción, pienso, del término ‘mayor’ que en nuestra escala militar no existe. Puskas era mayor del ejército húngaro porque los países situados tras lo que entonces se llamó el ‘Telón de Acero’ no reconocían el profesionalismo y se compensaba a los grandes deportistas con cargos y sueldos en el Estado. Curiosa broma del destino, ahora que Blatter, en funciones de Chiquito de la Calzada, ha dado en nombrar también comandante a Cristiano, éste ha honrado el cargo saludando marcialmente con goles en la bocamanga.

Gracias, Blatter, usted nos salvó la semana y le dio contenido a un encuentro raro, en el que entró casi todo lo que tiraron a puerta los dos equipos y a cuya inclinación a goleada se sumó alegremente Teixeira Vitienes II, que como el numérico no indica es el mayor de los dos, misterios del arbitraje, que pitó tres penaltis que no fueron. El partido resultó un remolino de carreras y goles, con feliz papel de Bale y de Benzema, sensación de que Ancelotti va dando con el once (falta que dé con el orden) y reaparición prometedora de Xabi Alonso. Eso, por parte del Madrid. Por el Sevilla, muy poco o nada.

Pero el hombre, claro, fue Cristiano. Siempre es él. No hace falta que le provoque Blatter, pero si le provoca, con mayor motivo. Marcó tres goles, y eso que no fue su mejor partido. Con eso alcanza a Diego Costa en la tabla del ‘pichichi’, que encabezan ambos con once, mejora al otro comandante, Puskas, en goles en Liga (157-156) y mantiene su marca imponente en el Madrid: 219 goles en 213 partidos. Con o sin Blatter, de día o de noche, en Liga, Champions o Copa, en casa o fuera. Bale llega, Benzema se despereza, Xabi Alonso vuelve... Muy bien. Pero sobre todos, ahí está Cristiano.