Otro revés. Han sido un revés, sí. Las declaraciones de Xabi Alonso descartándose para el Clásico y para el partido ante la Juve de la 3ª jornada de la Champions. Eso sumado al malestar de Khedira y la carga extra de responsabilidad para un recién llegado como Illarra, son los síntomas de fragilidad del centro del campo del Madrid. Es normal que se eche en falta a quien ha sido el guía en el conjunto blanco, pero también que la precaución tras una lesión complicada no apresure el regreso mientras no haya garantías. Hay mucha competición por delante.
Reencuentro. Ancelotti entrenó dos temporadas a Conte en la Juve. No fue la mejor época del club, que se perdía en competición continental. Ahora la Vecchia Signora está en el segundo año de creación. La temporada pasada disputaron la Champions sin expectativas. La segunda cambia y el partido ante el Madrid es considerado clave. Dos históricos frente a frente, la vara de medir de los bianconeri. Y un problema por resolver: el gol en contra. Invictos aún, seis victorias en siete partidos de la Serie A, dos empates en la Champions con sendas remontadas ante Copenhague y Galatasaray. La primera ocasión clara del rival supone gol en contra. Una carga que sería demasiado grande de superar en el Bernabéu.
Prejuicios. “No me juzguen por mi corte de pelo, sino por lo que soy capaz de hacer en el campo”. Eso ha dicho El Shaarawy. Y lo mismo opina sobre Balotelli: “Que le dejen en paz y hablen sólo de cómo juega”. El del Milán parece un vestuario lleno de malotes al que se ha sumado Rami, tras montar el lío en el Valencia, pero que no podrá jugar hasta enero. Es cierto que el aspecto nada tiene que ver con el fútbol, pero sí a veces con el carácter. El del Milán es discontinuo, imprevisible, ha ganado sólo uno de los últimos cinco partidos. Pero la Champions y los rivales motivan y es lo que espera al Barça en San Siro: un Balotelli con ganas y un El Shaarawy forzando la recuperación de su lesión en el pie para poder jugar esos partidos que sólo vale jugarlos.
Genios. El Arsenal, líder de la Premier y de su grupo en Champions, da la sorpresa. Los malos resultados de la pretemporada y la falta de fichajes convirtieron a Wenger en sospechoso. Dos meses después todo va sobre ruedas. Más allá del punto de inflexión que ha supuesto la llegada de Özil, también suman el buen rendimiento de jugadores criticados como Giroud o Szczesny. Falta la guinda, la recuperación de Cazorla. Podría tener ya minutos este fin de semana y estará listo para jugar ante el Dortmund. Cazorla-Özil, una pareja que apetece.
