Reina define el año de Casillas

En medio de tantas horas de concentración y alguna que otra de viaje, resulta extraño, por no decir paradójico, el lugar y el momento escogidos por Reina y Casillas para mantener una conversación sobre la temporada del capitán del Madrid y de la Selección. Las cámaras de Cuatro estaban allí, como siempre. Mientras Víctor Valdés calentaba, Pepe verbalizaba lo que Iker ya sabe, que ésta, a menos que cambien mucho las cosas de aquí en adelante, va a ser una temporada de mierda para él. Jugar doce partidos si te llamas Iker Casillas y admitir que se te escapa de las manos ser titular en el próximo Mundial de Brasil es un sapo muy grande para tragarse. Estamos hablando de una leyenda del fútbol, estigmatizada por cuestiones que nada tienen que ver con sus enormes prestaciones en la portería. Iker no ha fallado debajo de los palos lo mínimo para que se le cuestione. Tampoco fuera, pero eso es otra historia diferente.

Ahora ya sabemos de su boca, que no es el momento para marcharse del Real Madrid.Seguramente, pesan cuestiones personales tanto o más que las profesionales, pero la trayectoria de Casillas no merecía  un capítulo tan desagradable y, a la vez, tan injusto en lo profesional. Es mejor pensar que, en lo personal, ésta sí puede ser la temporada de su vida.