Brasil queda como asignatura pendiente

Brasil queda como asignatura pendiente

Fuimos a la Confecup a jugar este partido, decíamos ayer, y lo hemos perdido. Brasil jugó mejor y nos ganó de cabo a rabo, con un resultado contundente y merecido. Siempre estuvo una zancada por delante en el partido. Entró mejor, con más velocidad, intensidad y dureza (consentido en este apartado por el holandés Kuipers, tan local como es uso y costumbre en el fútbol de altos vuelos) y achicó a España hasta tal punto que el partido estaba decidido en el descanso. España no encontró su juego, pero tampoco le funcionaron las claves de seguridad: la defensa no fue buena y Casillas no hizo sus milagros.

Si algún resquicio tuvo España para entrar en el partido, se lo cerró la suerte. Era un día desgraciado: Pedro estuvo a un milímetro del 1-1 pero David Luiz sacó el balón de la raya; Sergio Ramos dispuso de un penalti, ya con el 3-0 y lo echó fuera. Pero es difícil pensar que alguna de esas jugadas hubiera podido cambiar el signo del partido porque España no estaba. España era Iniesta y diez más. Xavi ha ido mal a esta competición y falto de esa manija el equipo se desperdiga. España fue un grupo desflecado frente a un Brasil seguro, firme, duro, progresivamente crecido en su moral.

En fin, que nos queda Brasil como asignatura pendiente. ¿Será en el próximo Mundial? Hay un año para saber si este equipo aún tiene recorrido o si ya necesita alguna sacudida. Un Mundial es más que esto: se llega con más descanso y más preparación, las conclusiones ahora pueden ser precipitadas e injustas. Brasil nos esperaba en su casa, más descansada, con las uñas afiladas y obsesionada con ganarnos. Y con Neymar, que sale de este campeonato elevado a la categoría de figura mundial. Sólo cabe felicitar a Brasil y empezar a preparar desde ya, con calma, el Mundial de dentro de un año.