Parece que por fin hay fumata blanca. O fumata ‘blanc’, porque ayer se daba por inminente la firma de Blanc por el PSG como entrenador para la temporada puente hasta que llegue Wenger, comprometido para la siguiente. Eso liberará por fin a Ancelotti para firmar por el Madrid. Faltan trámites, falta aflojar la mosca, pero ahora creo que sí. Muy buena noticia para el Madrid, porque todo se podrá acelerar. Los casos Isco, Bale, Cristiano, Cavani y demás se podrán abordar, por parte de sus protagonistas, con otra óptica. Para firmar o renovar es esencial saber en manos de quién te vas a poner.

Y muy buena noticia para Florentino también, por dos motivos. Uno, que ya necesitaba vender una escoba: con Neymar escapado, Zidane dimitido de su presunta secretaría general, Cristiano dando largas y Bale y Cavani en el limbo y sin más sitios donde ofrecer la misma entrevista, ya estaba dando mucho el cante. Esto al menos es algo y no es poco. Es el entrenador, piedra angular de todo... si se le deja. Y un buen entrenador, menos defensivo de lo que la afición recela por su condición de italiano. Y un personaje de altura, flema y categoría. Muy apropiado después del tormento que fue Mourinho.

Es el primero que elige el propio Florentino. Del Bosque se lo encontró; de Queiroz y Pellegrini le convenció Valdano; de Mourinho, José Ángel Sánchez; de Camacho, las encuestas, y García Remón, Luxemburgo y López Caro fueron fruto del caos. Este le gusta a él, así que espero que no le desgaste con las murmuraciones que hizo correr contra los anteriores desde muy pronto. Ninguno lo ha tenido fácil con él por eso: porque en privado es indiscreto, despectivo y lenguaraz. Con Ancelotti será elogioso, o al menos prudente, porque éste ya es su elección. Que así sea.