Diez goles, resultado excesivo, pero inevitable. Tahití representa a la confederación del espacio más débil futbolísticamente, Oceanía, y además tampoco es lo más potente que aquella parte del mundo ha llegado a producir. Lo más potente solía ser Australia, que solicitó y logró su inclusión en la zona asiática porque eso le hará más fácil ir al Mundial. Me explico: Oceanía no da una plaza para el Mundial, sino que el preclasificado de la zona oceánica tiene que jugarse la plaza, en repesca, con el cuarto del grupo de la Concacaf. Un camino difícil. Huyendo de eso, Australia se fue a Asia, que clasifica casi cinco...