Neymar, Casillas, Xavi y Uruguay
Iban tres minutos del Brasil-Japón cuando Neymar infló la red con una volea espectacular, a cesión de Fred. Comienzo prometedor para un campeonato en el que muchos soñamos con una final Brasil-España, el desafío que nos queda. No es que Brasil enamorara, no es aún el equipo cautivador de sus mejores años, pero tiene pinta de funcionar. Japón, de la mano de Zaccheroni, se italianiza, con su pan se lo coma. Perdió por tres cero, dejó la impresión de 'sparring' sin mayores pretensiones. En fin, que Brasil cumplió. Ahora nos toca a nosotros. Se nos espera con interés. Está casi todo el campo vendido.
Será contra Uruguay. La primera campeona del mundo contra la última. Uruguay es un país de poco más de tres millones de habitantes, la mitad que Madrid, pero su capacidad para mantenerse el gran fútbol es legendaria. Vinieron a Europa en los JJOO de 1924 y 1928 para llevarse el título y explicarnos de paso qué otras cosas se podían hacer con el balón además de las que hacíamos a este lado del charco. Luego ganaron los mundiales de 1930 y 1950, y siempre aparecen aquí y allá (concurren como campeones de Sudamérica) con equipos sólidos, con garra, juego y mucha sabiduría canchera.
Casillas y Xavi ocupan nuestra portada. Rostros emblemáticos de esta generación desde aquel mundial de menores en Nigeria. Rostros serios: saben que Uruguay no es cualquier cosa. Con Cavani y Luis Suárez arriba, los dos delanteros por los que se pega ahora lo mejor de Europa. Con un gran equipo detrás. Un partido áspero para empezar. Ese gesto de responsabilidad y respeto me gusta. Lo han ganado todo menos esto, han viajado a Brasil para conseguirlo, con la ilusión de los primeros días, como dijo Casillas. Ayer, los Sub-21 nos dieron un alegrón. Hoy espero otro de los mayores.