Robben enterró el gafe de las finales

Robben enterró el gafe de las finales

¡Caray, sí que hacen las cosas en serio los alemanes! Su partido de Wembley fue de una grandeza singular. Hacía tiempo que no veíamos una final de Champions así, con los dos equipos entregados a fondo, jugando de poder a poder, sin renunciar a nada. Ataque generoso, los porteros salvando goles, una emoción continua... Ese aire de fútbol-tormenta que caracteriza los partidos alemanes. El Bayern fue menos el primer cuarto de hora, sorprendido por el buen planteamiento de Klopp; el Borussia fue menos el último cuarto de hora, agotado. Pero el partido fue siempre vibrante y atractivo.

Ganó el Bayern, que tenía más. Ganó con Robben como hombre de la final. En la primera parte se escapó y falló; en la segunda, se escapó y acertó: dio el primer gol, marcó el segundo. Y lo celebró como un loco, consciente de que por fin enterraba un gafe en finales que le estaba mortificando. Un jugador desigual, pero decisivo en muchísimos partidos, por su velocidad y su regate. Un jugador, dicho sea de paso, al que Florentino vendió por cinco millones menos de los que luego pagó por Coentrao, ese lateral que ahora quiere irse. Como con Sneijder hace tres años, ayer vimos a un desterrado salir campeón.

Y a otro, Heynckes. Ganó la Séptima, pero la noche anterior se había derrumbado ante Lorenzo Sanz: “No puedo con ellos...”. Ellos eran ‘La Quinta de los Ferraris’. Así que tras aquella Champions, Heynckes se fue. Ahora le van a agradecer los servicios prestados para darle su puesto a Guardiola, que se las verá con Mou en la Supercopa. Florentino aún tiene un ojo puesto en Heynckes por si acaso. Ancelotti declaró ayer que no ha cambiado de idea, pero que si no hay un acuerdo tiene un contrato que cumplir. ¿Habrá acuerdo o vendrá Heynckes? ¡Y a mí que me parece que el mejor de todos es Klopp!