Final de Champions, ¡qué nostalgia!
Final alemana en Wembley. ¡Qué nostalgia! En algún momento pensamos que podrían haber estado ahí esta noche el Madrid y el Barça, pero no. En realidad, cuando más cerca lo tuvieron fue el año pasado. Entonces sí creo sinceramente que eran los mejores, pero no se dio. Y este año, menos. Este año el Bayern ha abrumado al Barça y el Borussia ha echado al Madrid con menos esfuerzo que al Málaga. Y con ninguna trampa. El Málaga, no lo olvidemos, tuvo eliminado al equipo que luego eliminó al Madrid. Pero no podemos llorar sobre la leche derramada. Final entre alemanes, y punto.
También en Alemania hay ricos y pobres, o por lo menos hay ricos y menos ricos. Mis simpatías están con el Borussia de Dortmund, pero temo que tiene poco de hacer. Las apuestas están con el Bayern, que tiene un equipazo y además lleva tiempo royendo el que ha construido Klopp en Dortmund. Ya tienen a Götze, discretamente apartado de la final por ‘lesión muscular’, y a Lewandowsky en la antesala. Triste destino el del Borussia de Dortmund, convertido, como tantos otros clubes (entre ellos el Atlético), en granja de engorde para que los seis u ocho grandes de Europa saquen de ella lo que quieran.
Klopp me gusta. Es un gran entrenador y además es simpático, o sea que se puede. Saca jugadores por cuatro cuartos y luego resulta que son figuras. Como los dos que he citado o Gundogan, al que ya tenía echado el ojo cuando el Madrid le quitó a Sahin. Ese es el mérito: ver los jugadores grandes antes que otros, no fichar por el FIFA 13, como quien yo me sé. Suerte a Klopp, que la va a necesitar. Y si gana el Bayern, al menos habrá ganado Javi Martínez, lo que justificaría largamente su decisión de dejar el Athletic, tan mal comprendida en Bilbao. Y sería un buen broche para Heynckes. Se lo merece.