Dice Christian Horner que ve este Mundial de Fórmula 1 más igualado que el anterior. Parece bastante evidente que no le falta razón, aunque también conviene recordar que el título de pilotos de 2012 se dirimió por el exiguo margen de tres puntos a favor de su piloto, Sebastian Vettel. Así que entonces debemos pensar que la cosa puede estar aún más apretada ahora, lo que se traduciría en uno de los campeonato más apasionantes de los últimos tiempos, sin duda un bonito homenaje de despedida a los motores V8. Este año ya han ganado carreras tres escuderías y tres pilotos, lo que no es mal promedio habiéndose disputado sólo cuatro. Para el jefe de Red Bull esta alternancia debería seguir siendo la tónica, aunque yo en este caso creo que según avancen los meses se producirá un proceso de selección natural entre los aspirantes al título.

Desde este punto de vista, mi opinión es que veremos un Mundial bipolar, protagonizado por el campeón vigente, Vettel, y el aspirante, Alonso. Asumo que mi pronóstico es arriesgado, no quiero decir que descarte por completo a Raikkonen y su Lotus, aunque sí lo haría con Mercedes y McLaren. Puede que me deje llevar más por mis deseos que por la realidad, pero de verdad que sigo creyendo, pese a los tropiezos iniciales, que éste es el año de Ferrari. Apostaría por Fernando peleando por el título hasta el final contra Vettel, que para mí sigue siendo el rival más cualificado con diferencia, primero por su talento y segundo porque el coche energético puede haber perdido parte de su ventaja pero se mantiene muy solvente. Ojala sea así, disfrutemos de un gran año de carreras y también de esa alegría que tanto anhelamos desde que Alonso llegó a Maranello.