Platini le echa una mano a Benzema
Benzema ha dicho que no canta LaMarsellesa porque no le parece y ha creado un alboroto. Benzema no es ninguna lumbrera, ya se sabe, ni al volante ni en pie sobre sus zapatos, pero juega muy bien al fútbol. Esto le ha llevado al Real Madrid y a la Selección Francesa. Ningún problema, coches aparte, con los blancos, pero sí lo tiene con los 'bleus' en el momento en que no canta ni tararea La Marsellesa, el bello himno francés tenido por canto a la sublevación ciudadana contra la tiranía en tantos rincones de la tierra. Sólo que para él no es eso. Él tiene origen argelino. Se siente francés, pero de otra forma.
Platini, de raíz italiana,ha salido en su auxilio. Él, afirma, nunca cantó La Marsellesa, que al fin y al cabo considera un himno de guerra, mientras el fútbol es todo lo contrario. El fútbol es, se supone, la continuación de la guerra por otros medios. Me he molestado en ver algún prolegómeno de partido grande de Francia con Platini y, en efecto, él no cantaba. Evidentemente, no vio el fútbol como un acto patrio. En esa frontera entre el juego y el conflicto, entre la simulación de la guerra y la guerra en sí misma, se quedó con lo primero: fútbol, sólo fútbol. Su visión fue: el himno nació para otros tiempos y para otras cosas.
Benzema desacraliza el hecho de un partido internacional y, sin pretenderlo, nos pone a pensar. España, La Roja, no tiene letra en su himno, pero juega de cine y hermana con su lindo estilo y sus éxitos a este viejo y mal zurcido país. Sin letra de heroísmos, batallones, golpes de hoz y truenos de cañón. Sólo con la sugestión de una pelota que hace cómplices a unos cuantos muchachos, venidos de aquí y de allá. Será que el Siglo XIX, con su romanticismo del que fueron hijos los himnos nacionales, queda lejano, demasiado grandilocuente para el mundo de hoy, con su fútbol. Si Platini y Benzema coinciden...