Viendo jugar a Kaká y a Valerón...
Pues Kaká insiste. Anoche volvió a jugar bien, completó el partido (cosa rara en él) y marcó gol, un gol muy suyo, con esa rara precisión que tiene para ajustar el tiro al palo cuando anda por el borde del área. Jugó bien en la primera parte del Madrid, tan sosa, y también en la segunda, en la que Mourinho sacudió el equipo con un triple cambio que incluyó a Cristiano junto a Özil y Khedira. El pálido e indolente Madrid de la primera mitad se convirtió en un equipo dominador, deseoso de ganar. Y ganó. Higuaín, que también mejora y reclama titularidad, hizo el gol de la victoria, a pase de Cristiano.
Para el Depor el partido fue un mazazo, porque empezó bien y acabó mal. Al fútbol se juega por necesidad o por placer, comentó Valdano en Carrusel. En la primera parte fue palpable que el Depor tenía mucha necesidad y que el Madrid no sentía ningún placer, falto de interés en el partido. Y falto de Sergio Ramos, Xabi Alonso y Cristiano, además de Casillas, al que ayer sí se echó en falta, porque Diego López pegó su primer renuncio en el gol de Riki. Pero vuelvo al Depor: jugó una estupenda primera parte, se presentó bastante en el área del Madrid, hizo méritos para irse al descanso con algún gol más.
Pero se fue con uno solo y cuando el Madrid volvió del vestuario con las pilas puestas se afligió. Y más cuando el Madrid se reforzó con aquel triple cambio. Al Depor, sin embargo, los cambios le debilitaron, porque dos obedecieron a lesiones y el otro al agotamiento del fenomenal Riki. Así que se fue hundiendo a ojos vistas. La temporada avanza y el tren se va alejando. Fernando Vázquez ha hecho mejoras evidentes, pero por delante se presenta terreno difícil. Eso sí: ver jugar a Valerón es una delicia. Aunque el equipo tiemble, él se siente seguro con el balón. Sigue siendo un libro abierto.