Un tumor con buen pronóstico

El tumor de la glándula parótida suele tener buen pronóstico. En noviembre del año pasado le realizaron una extirpación del mismo y ahora, un año después, aparece una recidiva del tumor con extensión del mismo. La recidiva de un tumor siempre es una mala noticia y, si además nos hablan de una extensión del mismo, con más motivo, ya que eso quiere decir que el tumor se ha diseminado, bien de forma localizada o bien de forma más extensa. Esperemos que sólo sea a nivel de una adenopatía o de un ganglio aislado.

Sea como sea, el tratamiento en estos momentos es la resección quirúrgica del tumor y posible vaciamiento de la cadena ganglionar, tarea no fácil por la complejidad anatómica de la zona afectada, donde el nervio facial y la carótida y yugular forman el complejo vasculo-nervioso. Posteriormente tendrá que realizar tratamiento de quimioterapia y radioterapia, y es de esperar y desear que Tito Vilanova vuelva de nuevo a los campos de entrenamiento. En este caso concreto no nos importa el tiempo que esté alejado de los terrenos de juego, aproximadamente dos meses en el mejor de los casos, sino lo importante y fundamental es que vuelva totalmente curado. Así lo queremos y se lo deseamos de corazón.