Un desgaste que pagan sus equipos
Está muy bien, sobre todo para los jugadores, poder contar con futbolistas de nivel a los que reclamen sus selecciones de cuando en vez. Adorna el pedigrí del jugador, se supone que le revaloriza, y es algo bien recibido por los aficionados que siguen con interés las andanzas de sus futbolistas en partidos de carácter internacional. Pero no todo es tan de color de rosa. Estos compromisos internacionales producen cansancio al jugador, cuando no lesiones. El futbolistas se expone a un desgaste importante. Cualquier persona que realice un viaje regresa algo cansado. Se duerme en hotel, se extraña la cama, la almohada, se acumulan horas de aeropuerto, maleta arriba, maleta abajo. Y encima el jugador acumula minutos de partidos, entrenamientos y de tensión.
Pero quien sufre las consecuencias es el club propietario, y celebrando que el jugador no llegue lesionado. El ejemplo de Sereno es claro. Un montón de kilómetros para no jugar ni un minuto. Un esfuerzo enorme del jugador para, tras dormir apenas tres horas, llegar justo al entrenamiento y trabajar a las órdenes de Djukic. Un desgaste que queda ahí. Y mañana viaje a Málaga.