La Roja, 'Les Bleus' y los asientos vacíos

La Roja, 'Les Bleus' y los asientos vacíos

España-Francia. Éste sí se verá en televisión, por La 1, pero me temo que quedará mucho plástico a la vista (Antes decíamos 'cemento', porque era cemento). Hay una extraña frialdad en el ambiente, como un deje depresivo que se traduce, por ejemplo, en que ayer sólo medio millar de aficionados asistieran a la sesión de entrenamiento de puertas abiertas, en el Calderón. Y eso que hubo sesión doble, primero Francia y luego España. Y en taquilla quedan aún trece mil entradas. Las más baratas, a 30 euros. Pero es que eso ya no es barato, ni mucho menos. Casi diría que ese debía ser el tope.

La Federación, que se ofreció sin éxito a arrimar alguna cantidad final para apoyar a la televisión que se animara a última hora a ofrecer el partido, bien podría haber establecido para hoy lo que antes se llamaban 'precios populares'. Entradas baratas y campo lleno, y si se deja de ingresar algo, a cambio se ve un campo lozano. También se deja de ingresar si un cuarto del posible aforo (no cuento los pases de favor, que son numerosos) falla. En fin, entre todos iremos aprendiendo que los tiempos son los que son y que lo que se pagaba hace poco, por derechos de televisión o en taquilla, ya no se puede pagar.

El partido es atractivo, eso sí. España va con apuros en la defensa aunque parece que finalmente Sergio Ramos será de la partida. Más nos vale. Francia, tras un cantazo en el Mundial y un cante en la Eurocopa, está en un sí es no es, tratando de rehacerse. Ha ganado sus dos partidos del grupo, pero ha perdido con Japón un amistoso. Todo lo que necesita para volver a creer en ella misma es un buen partido esta noche. Lo ven difícil, imaginan a su equipo como un comando parachutado tras las líneas enemigas en operación suicida. La Roja, bajas atrás aparte, está pletórica. Será un partido de tronío.