Se impuso la lógica
Se impuso la lógica en el Calderón, y el Atlético, que sigue contando sus partidos por victorias, ganó, pero con una dosis de sufrimiento inesperado. Al Valladolid le metió en el encuentro el despiste de Courtois, ya que no había otra forma de que los de Djkukic pudieran complicar la vida a un Atlético que fue mejor en el cómputo general del partido. Sin pegada y sin verticalidad es casi imposible sacar tajada ante equipos tan fuertes como este Atlético de Madrid.
Pero el fútbol tiene cosas extrañas a veces, y el partido se encasquilló para el Atlético, y a punto estuvo de sonar la flauta. Y ahí apareció Muñiz Fernández. Por juego, los de Simeone fueron justos vencedores, pero el árbitro se comió como mínimo un clamoroso penalti sobre Lolo, hubiese sido demasiado pitarlo. Muñiz, horrible toda la tarde, desespero hasta a Djukic, hombre paciente que acabó siendo expulsado y acordándose de Franco en la sala de prensa.