Ante la inminente cumbre por Cristiano

Ante la inminente cumbre por Cristiano

Recapitulemos: cuando Cristiano fichó por el Madrid, el suyo fue el traspaso récord de la historia del fútbol, y sus ingresos también marcaban un tope. El Madrid afrontaba en cierto modo una operación de riesgo, o al menos así lo vio mucha gente. Era un jugador contrastado, pero, ¿era para tanto? Tres temporadas después lleva 150 goles en 149 partidos, ha cumplido largamente con su responsabilidad de megaestrella del club más prestigioso del planeta fútbol. Ha sido decisivo en el nuevo equilibrio de fuerzas entre el Madrid y ese Barça que hace nada presentaba una superioridad arrolladora.

Él vive con la obsesión de ser el mejor del mundo y de tener el reconocimiento de tal. Piensa que Messi cuenta con la ventaja de jugar en el Barça, con algo que se parece mucho a la selección campeona del mundo a su servicio. Y que si él jugara en el Barça marcaría muchos más goles. Y que Messi, a pesar de la descomunal talla de algunos de sus compañeros (Iniesta y Xavi) tiene una consideracón de estrella máxima en el Barça, con todo a su servicio, y que él no encuentra eso mismo en el Madrid. Mucha gente pensará que eso no es así (otros muchos, que sí), pero lo cierto es que él lo piensa.

Y ya no es el jugador mejor pagado del mundo, hay otros, inferiores a él, como Etoo o Ibrahimovic. El Madrid ha renovado este verano unos cuantos contratos y el suyo no. Le quedan tres años, pero él lanzó el mensaje 'me quiero retirar aquí' y no tuvo respuesta. Siente frialdad, una frialdad que él imagina desde su particular visión de las cosas, y de ahí su reacción, a mi juicio equivocada. El asunto tiene solución: más mimos y un nuevo contrato. Difícil de explicar, en estos días, sí, pero, aceptada la obscenidad que hoy suponen los costos del fútbol , el dinero que se gaste en Cristiano me parece el menos escandaloso.