La calidad pudo al cansancio
La pegada y la calidad que han caracterizado al Valladolid durante toda la temporada le han dado el pase a la final de la promoción de ascenso a Primera. Sabedor de las limitaciones físicas de su equipo, Djukic ha sabido manejar bien los tiempos a lo largo e la eliminatoria. La ventaja, no menor, de saber que dejando la portería a cero en los dos partidos le pone al Valladolid en Primera ha sido bien aprovechada. Primero en Córdoba, firmando un empate sin goles, peligroso para los vallisoletanos, pero que obligaba a los de Paco Jémez a marcar sí o sí.
Y el Córdoba no marcó y quedó fuera. Y, además, se encontró con un Valladolid letal a la hora de aprovechar sus ocasiones y que también supo hacer valer el factor cancha a favor en el partido decisivo. Inclinó la balanza con todos esos detalles ajenos al juego, pero tan valiosos en el momento de la verdad. Meritorio lo hecho por los andaluces llegando hasta aquí, mucho más lejos de lo que en el mes de agosto podían esperar. Y el Valladolid ya ha recorrido la mitad del camino. Lleva 44 partidos mereciendo subir, pero, ¿subirá?