Pues sí, había obras en el Bernabéu

Pues sí, había obras en el Bernabéu

Pues sí, había unas obras programadas del Bernabéu, de sustitución de asientos y reforma de los baños. Han empezado ya. En Barcelona se pensó (y se predicó) que era una invención para no ver al Barça jugar la final y eventualmente levantar la Copa del Rey en el Bernabéu. Desde Bilbao se tomó aún peor, se tomó demasiado mal a mi juicio, pero cada cual toma las cosas como las siente y es difícil ponerse en todas las sensibilidades. Pero sí, había obras. Ya han empezado, en cuanto se ha podido. Se jugará el Classics Match el 3 de junio, sí, pero sin haberlas concluido. La final no hubiera sido posible así.

Quizá con buena voluntad y algo más de manejo de la situación se podría haber empezado más tarde. Quizá. Pero se empezó a hablar del Bernabéu sin tener fecha fijada para la final siquiera, consecuencia de la forma de trabajar de esta Federación de nuestros pecados, a la que este partido se le ha atrasado hasta dos semanas más allá de acabada la Liga, con el Athletic y el Barça ociosos. Para otro día dejo el comentario de los apuros de Del Bosque, que hace una lista de la que la mitad son y la otra mitad no, lo que va a provocar algunos equívocos y derroches cuando llegue el espurgue definitivo.

Hubiera preferido que el Madrid hubiese hecho el esfuerzo de ceder el campo, pero la afición le reclamó lo contrario. Y una vez que no lo hizo, la insistencia y las insidias desde el Barça y el Athletic me parecieron fatal. El Bernabéu es del Madrid, lo deja o no lo deja, y en ningún sitio está establecida la obligación de cederlo porque sí. De las cosas se aprende: habrá que colocar la final de Copa el fin de semana inmediatamente anterior a la final de Champions (o sea, como cierre del calendario español) y, ya de paso, siempre en el Bernabéu. Pero siempre. No cuando resulte travieso chincharle al Madrid.