El 'tamudazo' de Vallecas completó la fiesta del Bernabéu, donde despertó felices remembranzas. Llegó cuando el público ya cantaba un alirón para la historia, con 100 puntos y 121 goles. Para el Barça queda una pedrea valiosa, el Pichichi de Messi (una marca fabulosa de 50 goles) y el quinto Zamora de Víctor Valdés, un portero colosal. Dos grandes registros, pero los que valen son los del Madrid, porque le hacen ganador no sólo de esta Liga, sino de todas las disputadas hasta la fecha. Cristiano se ha quedado en 46, a cuatro de los 50 de Messi, pero ha marcado a todos los equipos de la tabla. Y eran 19.

Así que el madridismo festejó feliz una Liga ganada a lo grande, después de una tarde plácida. Pronto se vio que alcanzaría los 100 puntos, pronto se vio que Cristiano no podría alcanzar a Messi. De modo que la atención se fue dispersando, obligatoriamente, hacia otros campos, donde había tanto en juego. Y las cosas terminaron por arriba como hace tiempo que se esperaba: el Málaga de 'Las Mil y Una Noches' va a la Champions tras rematar al Sporting. Nadie mereció más que él ese cuarto puesto. El Levante salvó su plaza europea. Muy bien. Ha sido la sorpresa feliz del campeonato, de punta a cabo.

La bomba llegó en el descenso, donde ese Villarreal que empezó la temporada en Champions se hundió en última instancia, por su bloqueo desde hace bastantes meses, por su derrota de anoche, por la victoria en Getafe de ese Zaragoza cuyo 'rush' final tanto ha dado que hablar, y por ese 'tamudazo' de última hora que no resistió la moviola. Mientras Plácido Domingo cantaba en el Bernabéu, la buena gente del Villarreal estaba desolada. Tantos años haciendo las cosas bien y de repente una especie de tormenta perfecta lo ha echado todo abajo. Todos los descensos me dan pena, pero este, más.