Cristiano ya está entre los Inmortales

Francamente, los números de Cristiano Ronaldo son para escandalizar. Coincide en época y espacio con Messi, sólo eso abre espacio a una discusión. Diríamos incluso (y esto a Mourinho no le va a gustar) que Messi vive mejor rodeado. Lo que rodea a Messi es, exagerando poco, la selección campeona del mundo. Lo que rodea a Cristiano es un buen agregado de jugadores, que mueve Xabi Alonso como mejor puede, en el que Khedira tiene honores de imprescindible, en el que entre Kaká y Özil hacen uno, en el que se turnan Benzema e Higuaín. Un carro, en fin, del que tira Cristiano.

Es decir: Messi remata el trabajo de una orquesta, Cristiano actúa por su cuenta, una vez que el balón le llega hasta él. Un amigo y devoto de éste me decía que en un equipo con tanta posesión y tantísima calidad como el Barça de estos días, Cristiano no metería sesenta o setenta goles, como va a marcar Messi, esta temporada, sino casi cien. Yo le replicaba que con Cristiano en el lugar de Messi el Barça no jugaría como juega, porque él tiraría para arriba en cada balón, como hace por su tendencia natural, y todo sería distinto. Pero entendí lo que me quería decir: que entre Cristiano y Messi, una equis.

Eso lo dirá el tiempo. Lo que sí pienso, hoy por hoy, es que la discusión cabe. Y que los que llegaron al Olimpo antes que ellos (Di Stéfano, Pelé y Maradona, para mí Cruyff no llega a tantísimo) bien pueden hacerles un sitio a su lado. Y que si Messi es terrible, porque lo es, partidos tan cruciales como el del Calderón hacen que Cristiano reclame legítimamente su espacio entre los Inmortales. El Madrid que vi anteanoche era un equipo flojo, sin confianza, sin mando. Ganó por acciones excepcionales de un jugador excepcional, uno de esos que nunca faltan en las citas decisivas. Un jugador de verdad grande.