Por Dani Hidalgo
Un tema de debate deportivo que suelo proponer a los demás es comparar a las ligas norteamericanas con las europeas. No importa el deporte ni la liga en concreto, necesariamente. Como bien sabemos los aficionados de la NFL, ahí no existe el concepto de los ascensos y descensos. La liga, en este caso, la NFL, tiene una estructura fija de 32 franquicias y un comisionado. Otras ligas, como la MLB (béisbol), NHL (hockey) y NBA (baloncesto), sí tienen filiales en una división menor, aunque sólo son equipos ‘B’ en los que colocan jugadores que quieren desarrollar antes de darles la oportunidad en la liga principal.
Un ejemplo que doy a mucha gente de fuera es comparar el tema de las ligas norteamericanas con las cadenas de comida rápida. Si alguien, por ejemplo, quiere ser dueño de un McDonald’s, puede emitir una petición para abrir una nueva franquicia. Si es aceptada, el restaurante es cien por cien suyo. Puede poner cinco freidoras en vez de las tres habituales, poner un tobogán en la entrada y si sufre algún acto vandálico el que lo paga es él, no la sede de McDonald’s. Eso sí, como parte de McDonald’s, está obligado a que sus empleados se pongan un uniforme, al igual que le forzarán a comprar todos sus productos de la sede (así gana dinero la empresa) y el superávit generado por su local es para ellos.
Los 32 dueños de la NFL también se quedan con sus ganancias. A cada franquicia le corresponde pagar a sus empleados, pero todos (desde el albañil, al jugador hasta el general manager) representan una marca: la National Football League. De hecho, la NFL se puede interpretar como una empresa con 33 dueños: los 32 de cada equipo y el comisionado Roger Goodell. Pese a no tener un equipo a su nombre, este último es el más poderoso porque engloba la marca, fija su propio salario y, tal y como hemos visto en el caso del castigo de tope salarial a los Cowboys y Redskins, el que implementa su propio discurso moral a la liga. Otro complemento de la liga es el NFLPA, el sindicato de jugadores, aunque ha demostrado ser domado con excesiva facilidad en estos últimos tiempos.
Voy a resumir brevemente uno de los sucesos más importantes de esta off-season: el castigo en forma de reducción de tope salarial a Redskins y Cowboys durante las dos próximas temporadas. El castigo de los Redskins, de 36 millones de dólares de reducción de tope salarial (a repartir durante las dos próximas temporadas), viene por reestructurar los contratos de DeAngelo Hall y Albert Haynesworth, pagando al primero 15 millones de futuro salario en 2010 y, al segundo, 17. Al parecer, Goodell aprobó matemáticas en el colegio y llegó al castigo de los 36 millones sumando 15 más 17 (pero de este tema hablaremos más adelante). Aprovechando que el año 2010 no tuviera tope salarial (por ausencia de convenio), los Redskins decidieron aprovecharse y también los Cowboys, que hicieron algo similar con Miles Austin, convirtiendo 17 millones de dólares de pagos ‘bonus‘ a paga salarial (aunque sólo siendo penalizados con 10). Pero hay dos problemas con esta barbara sanción. La primera es que (vean el gráfico de encima, pinchad encima para verlo más grande) hubo más equipos que se aprovecharon del 2010 y reestructuraron contratos. ¡La segunda es que estos equipos no rompieron ningún reglamento! La NFL asegura que advirtió a los equipos verbalmente (qué conveniente) de que no se aprovecharan del año sin tope salarial, pero la misma NFL fue la que dio su visto bueno a cada una de estas operaciones.
Es obvio que nunca tendré objetividad al hablar de una sanción contra los Redskins, pero tampoco soy ciego. Sé que Jerry Jones y Dan Snyder (dueños de Cowboys y Redskins, respectivamente) son algunos de los dueños más cuestionables de la NFL y que muchos ya estaréis en desacuerdo conmigo. (¿Aunque qué dueño es trigo limpio?) Normal. Aunque, si este el caso, pido que estéis atentos a los siguientes párrafos y entenderéis que esto es algo tan injusto que, por primera vez en toda mi vida, romperé una lanza redskineana por la franquicia de Dallas.
El discurso de Goodell es que estas sanciones fueron causadas por “un riesgo inaceptable al equilibrio competitivo de la competición”. Tomemos la palabra del comisionado e imaginemos que esta penalización tiene algo que ver con football, que el resto de dueños de la liga no se unieron por un interés común y que la NFLPA realmente vela por el interés de los jugadores. Imaginemos que a la NFL no le interesa simplemente mantener la media salarial de los deportistas a un mínimo.
Para imaginar lo anterior, también tendrás que ignorar que siete franquicias (Bucs, Chiefs, Jaguars, Cardinals, Bengals, Broncos y Bills) gastaron menos del mínimo salarial en 2010 que lo requerido bajo el anterior convenio en 2009, 107 millones. En un caso, el de los Bucs ($80,8 millones), se gastó casi 30 millones menos. Si los Redskins y Cowboys se aprovecharon de un año sin convenio para gastar más e intentar ganar, ¿no resulta igualmente “un riesgo inaceptable para el equilibrio de la competición” gastar menos del mínimo para tirar al borde la temporada y tener un mayor superávit? (Por no hablar de rondas en el Draft...)
Goodell fue preguntado por Tampa Bay y contestó lo siguiente: “No hubo ningún problema ahí. Ellos no se aprovecharon para tener una ventaja competitiva y eso es lo que a la NFLPA y a la NFL nos importa: que nadie tenga una ventaja competitiva a largo plazo”.
Aquí es cuando esta historia se pone interesante... Al parecer, la NFLPA nunca se quejó de que esas siete franquicias se aprovecharan del año sin convenio para reducir su masa salarial y aceptó los castigos a Washington y Dallas porque, la NFL amenazó con no subir el tope salarial la próxima temporada si habían quejas.
La NFLPA ha sido muy cobarde en ese sentido. Porque sí, es para un bien común (subir el tope salarial el año que viene), pero a costa de otros. ¿Y qué pasa con todos los jugadores cortados en 2010 por los equipos que no gastaron el mínimo? ¿Y por qué no clamar para que la NFL le suba el mínimo salarial a esas siete franquicias como castigo?
También, ¿es casualidad que los dos dueños castigados sean los de las franquicias más ricas de la NFL? O mejor aún, ¿de los únicos que están a favor de pagar más a los jugadores?
¿Nadie se pregunta por qué los Buccaneers pudieron fichar a Vincent Jackson y Carl Nicks de golpe?
La NFL es una empresa y no se rige por un convenio ni un código interno. La NFL sigue el discurso de Roger, el discurso de su rey particular...
dhidalgonfl@yahoo.es / twitter: @danihidalgo