Mou da tregua ante la visita a Osasuna

La visita del Madrid es muy motivante para casi todos los equipos de España, pero quizá más para Osasuna que para ninguno. De los años de la Quinta del Buitre, años aún de Transición, en los que el sector ultra de Osasuna, muy 'abertzale', fijó al Madrid como su gran enemigo, queda un rescoldo de rivalidad. Ahora no tiene aquella connotación, o la tiene en grado muy menor, pero queda lo futbolístico. Aquel ha seguido siendo un campo difícil para el Madrid, se jacta de serlo y el madridista lo teme. Y hasta en el Bernabéu hemos visto a Osasuna ganar 0-4 en tiempos no tan remotos.

De momento, la única visita del Madrid con Mourinho allí se saldó con derrota. Quizá por eso el entrenador portugués estuvo ayer conciliador. Negó problemas con Casillas (¡já!), halagó al árbitro (Muñiz, el mismo con el que el Madrid perdió allí el año pasado) y hasta habló de su continuidad. Tal como están las cosas, con el Barça presto a recibir a un Athletic que volverá deslomado de Gelsenkirchen y con poquísimo descanso, otro pinchazo del Madrid pondría, ahora sí que sí, la Liga muy en solfa. Así que no es extraño que Mourinho declarara ayer tregua. La necesitan él y el Madrid.

Además va con pocos hombres de zapa y despliegue, en los que tanto confía. Le van a faltar, por distintas razones, Pepe, Khedira y Lass. Vuelve Di María a la convocatoria, pero será difícil que pueda aportar toda la energía de que es capaz tras tanto tiempo inactivo. Mou tendrá que optar entre jugársela con los violines o buscar el cuerpo a cuerpo agarrándose a soluciones tipo Altintop y Coentrao. Osasuna, por su parte, ha llegado a estas alturas con la Champions a su alcance, lo que habla de su buen estado y de su motivación. Sí, el botellón será ruidoso. Yo también me pregunto si no habría otro hotel.