El viejo valor del gol fuera de casa

El viejo valor del gol fuera de casa

Primero, el resultado: no es malo, es bueno. Sólo que suena mejor cuando vas perdiendo por 1-0 y consigues empatar en el último instante que cuando vas ganado 0-1 y te empatan en el último instante. Cuestión de percepción. Pero es 1-1 y pone al Madrid como favorito para la eliminatoria, que se resolverá dentro de tres semanas, porque la próxima hay corte para selecciones. (España-Venezuela en Málaga) y en la siguiente juegan los del otro turno. (Para entendernos, el turno del Barça). Así que ese golito de última hora va a escocer durante tres semanas. Pero no me parece que su efecto vaya a ser grave.

Lo peor del golito, dichoso golito, es que de nuevo señala un déficit de atención del Madrid en saques de falta contra su área. Para ser equipo de tan poderosa estatura, está tomando más goles de la cuenta de esta forma: seis de trece en lo que va de año. El gol, por cierto, cae aún peor porque, justo antes de la mano de Coentrao que da lugar al saque que acaba en gol, Cristiano fue objeto de una falta escandalosa. De ahí su enfado final, y el de todo el Madrid. El equipo no había jugado bien, pero sí con seguridad y aplomo suficientes como para haber ganado el partido, y a punto lo tuvo. De ahí el enfado.

Por lo demás, asistimos a la versión 'gasoil' del Madrid, con Khedira de nuevo, con Coentrao por Marcelo (menos brillante en ataque, y ayer, además, flojo atrás) y con Callejón en el lugar de Di María, lesionado. Juego soso, con Özil en día flojo, lesión de Benzema y sin apenas destellos de brillantez. Eso sí: Cristiano nunca falla. Con el tobillo en chanfaina marcó otro gol, su trigésimo sexto en la temporada, y eso es lo mejor que rescata del partido el Madrid. Marcar fuera es muy importante, ya se sabe, sólo que ahora, acostumbrados a tantas goleadas aquí, allá y acullá, ya no apreciamos esas cosas.