Una Liga a un ritmo de locos
La máquina está cada vez mejor engrasada. Los cuatro goles anotados ayer, ante un muy débil colista, permiten al Valladolid seguir en ascenso directo salvando una jornada muy peligrosa tras las victorias de Deportivo, Celta, Almería, Hércules y Elche, los cinco grandes rivales que parece va a tener hasta el final el equipo de Miroslav Djukic. Y también era peligrosa la jornada porque ante el colista había mucho que ganar, los tres puntos de rigor, pero mucho más que perder. Y no se falló. Tras el susto inicial de las oportunidades de Powel y de Bargas, el Valladolid se repuso y dominó el partido con mucha facilidad. A partir del primer gol de Óscar todo fue coser y cantar. Eso sí, preocupante la forma en la que los rivales le ganan la espalda a los centrales vallisoletanos. En Alcoy nos salvó la campana y ayer ocurrió lo mismo. Trabajo a resolver por el técnico de manera urgente ante los próximos compromisos.
A lgunos jugadores brillaron con luz propia. Fundamentalmente Óscar. El salmantino se agiganta cuando existen los espacios y suele aparecer en forma de gol. Pero si Óscar se llevó los focos del partido, no sería justo dejar de lado el gran trabajo de Víctor Pérez, asistente en el tercer gol, y siempre eligiendo la mejor opción de pase para sus compañeros. Muy bien también Peña por su banda y Nafti en el trabajo del centro del campo. Pero no se puede parar, la carrera sigue y Córdoba es la siguiente etapa. Los rivales obligan a no bajar el ritmo ni un instante.