France Football comunicó ayer los tres finalistas del Balón de Oro. Para jugadores, Messi, Cristiano y Xavi. Para entrenadores, Mourinho, Guardiola y Ferguson. Es decir, que de seis podios cinco son para los protagonistas del inminente Clásico. Al tiempo, la UEFA plantea una propuesta para conocer el once ideal en Europa en la temporada y en la relación de votables hay ocho del Barça y seis del Madrid. Me figuro que el once final lo coparán nuestros dos equipos. También hay propuesta de voto al mejor entrenador por parte de la UEFA, por cierto, pero ahí entre cinco no proponen a Mourinho. Cosas.

Traigo esto a colación para valorar el Clásico que nos viene. En torno al 60, tiempo de Di Stéfano y Kubala, cuando se toparon dos veces en la Copa de Europa, los dos equipos eran ya formidables. Pero no tanto como ahora. Estas cosas que están pasando ahora no pasaban entonces. Esos 17 goles a estas alturas de Cristiano y Messi. Ese 21-3 en goles del Madrid fuera de casa. Ese 39-0 del Barça en su campo. Ese copo del Balón de Oro, de la selección campeona del mundo, de las listas que salen por aquí y por allá en estas fechas. De los veinticinco mejores jugadores del mundo, quince o más juegan el Clásico.

Esto no había pasado nunca, por eso hablamos tanto de ello. Y a este llegamos con una novedad: el Madrid es favorito en las apuestas, su victoria se paga a 2,37 y la del Barça, a 2,94. Y es favorito también para la Liga, 1,47 contra 2,64. Se adivina un vuelco. Son los mismos jugadores casi que el año pasado, pero la sensación empieza a ser otra y no hay otra explicación que la de que el trabajo de Mourinho, en su segundo año, da estos frutos. Pero la UEFA no le mete entre los cinco mejores de su propuesta. ¿Es razonable pensar que Mourinho no está entre los cinco mejores? No. La UEFA le pasa factura.