Un derbi de los de toda la vida

Un derbi de los de toda la vida

Salió bien el Atleti y mal el Madrid, así que pareció que aquello podría ser otra cosa. Con Xabi bien tapado y los demás muy precipitados, el Madrid no era el Madrid. El Atlético, muy atento atrás, rápido, valiente, atacaba con gente, gente buena, y en una de esas trenzó una jugada preciosa que transformó en gol. Era el 14' y sí, parecía que podría ser otra cosa. Pero en el 23' llegó la jugada decisiva: un ataque rápido pilla desacomodada a la defensa del Atlético, Benzema se cuela, Courtois sale y se produce lo inevitable: regate, atropello y expulsión. Cristano marca. Empate y el Atlético con diez.

Manzano quitó a Diego para meter a Asenjo, decisión discutible. Cualquier decisión es mala en estos casos. Diego es estrella y se fue sin hacer un gesto, pero algo le quedará dentro. Para él fue el remate: se había llevado una amarilla injusta, por separar a Filipe y a Di María (éste hizo un cuento de los de Busquets, muy mal), estaba secando a Xabi y de repente se vio fuera. Alguno tenía que ser, claro. Y ya nada fue lo mismo. El Atlético aún defendió bien hasta el descanso, aunque empezó a pegar de forma muy fea. Tras el descanso siguió pegando pero ya no defendió tan bien. Se desajustó en el 2-1 y más en el 3-1.

Se vino abajo hasta acabar goleado y con mala imagen por tantas patadas como dio. Mateu Lahoz le expulsó un segundo jugador, Godín, por penalti en el cuarto gol. Ocasión inminente, ya saben. Pero se contuvo demasiado ante las patadas, algunas tremendas. El Atlético acabó con cinco amarillas. Mereció más. El Madrid, sólo con una, a Xabi Alonso, la que convenía, por una obstrucción que pareció una cortesía en comparación a patadas que dejó pasar Mateu. Curioso su criterio. En fin, partido intenso, bronco, con goles, fácil de ver. No un gran partido, pero fútbol macho. Un derbi de los de toda la vida.