La web del Mundo Deportivo adelantó ayer la primera criba sobre la lista de 50 del Balón de Oro, que se conoció hace pocos días. La nueva lista es de veintitrés y quedan ocho del Barça (se caen Puyol y Alexis Sánchez) y cinco del Madrid, los mismos que había. Trece sobre veintitrés, en fin, entre los que están el máximo favorito, Messi, más los que le siguen, que serían Cristiano, Iniesta y Xavi, más el mejor portero, Casillas, más unos cuantos otros que han sido campeones del mundo (Piqué, Xabi Alonso, Villa, Cesc...) y algunos buenos complementos extranjeros de ambos equipos.

O sea, el Balón de Oro también es bipolar. Cuesta imaginarse en el podio, aun de tercero, a algún jugador que no sea de estos dos clubes, que se encuentran en el máximo de sus máximos. Y este trofeo se convierte en un frente más de choque entre ambos. Liga, Champions, Copa, Supercopa, Balón de Oro... Estos dos titanes se miden en todos los frentes a lo largo de un calendario de diez meses en una batalla colosal que apenas da respiro. Hasta cada domingo juegan en cierto modo uno contra el otro cuando tratan de ganar a terceros por mayor diferencia de la obtenida por el rival.

Messi tiene la ventaja, desde luego, pero Cristiano aún tiene sus oportunidades. Messi fue el astro del equipo que ganó la Liga y la Champions, Cristiano tiene la Bota de Oro y el título de Copa. Menos, sí, pero una base sobre la que luchar en estas semanas que quedan. Para Cristiano no hay otro lugar cómodo que el del número uno, por eso lucha. En torno a él, el Madrid es mejor que el del año pasado y él mismo se ha avenido a un juego más participativo, borrando su gran defecto: el individualismo. Messi es el favorito, pero Cristiano lo va a pelear hasta el final. Y con esa lucha disfrutaremos todos.