Varas y la noche del orgullo andaluz

Varas y la noche del orgullo andaluz

Cristiano se reencontró con el gol y eso es buena cosa para él. Aunque los estaba dando, estaba jugando muy bien y el Madrid estaba ganando, todos sabemos que eso se le queda un poquito corto si él no marca goles. Ayer hizo tres, buenos todos, y de distinta factura. El primero, de nueve bien colocado, aprovechando la lentitud de los centrales del Málaga; el segundo, llegando con sentido y regate a posición de tiro, para cruzar bien, aprovechando un movimiento inteligente de Kaká; el tercero, en un corner, en remate casi acrobático, un poco a lo Kung-fu, recogiendo un toque de cabeza de Sergio Ramos.

Con esos tres goles y el previo a todos ellos, de Higuaín, el Madrid mató el partido en una primera parte imperial, que entusiasmó a Mou y a la afición. En la segunda el bueno fue el Málaga, que al menos se justificó ante el dueño, que había acudido al partido para verlo junto a Florentino. Sí, jugó bien el Málaga en la segunda parte, pero Casillas no es Rubén y paró lo que le echaron. Y las que no paró las repelió el marco de la portería. Casillas alcanzaba ayer a Gento en partidos de Liga y lo celebró con un cero en su portería. Está muy bien Casillas. Le queda mucho tiempo por delante. Adelantará a todos.

Pero hasta él tendrá que quitarse hoy el sombrero ante Javi Varas. ¡Qué manera de parar! Suya fue la noche en el Camp Nou, respaldando a un Sevilla bien ordenado pero que sufrió mucho ante un Barça que en la segunda parte ofreció la mejor versión. Hubo tramos en los que en cada jugada llegó, pero Varas lo paraba todo: por alto, por bajo, de cerca, de lejos. Hasta un penalti, ya en el descuento, al mismísimo Messi. Y una falta final, cuando el Sevilla ya estaba con nueve y en la que Messi trató de sorprenderle. Un prodigio de noche, la noche del orgullo andaluz. Y el Madrid, líder. Con permiso del Levante.